domingo, 17 de febrero de 2008

El Autocinema


Ah que recuerdos!! Desde hace algunos días he estado pensando en todos los buenos recuerdos que tengo de mi infancia, es por eso que he decidido recopilar algunos de ellos (auque sea yo el único que los lea). Para mí la epoca gloriosa es la década de los 80's, no estoy muy seguro si la manera de vestir de aquella época era la mejor, lo que si se es que todo parecía ser más simple. (o al menos así me parecía verlo). Este primer post decidí dedicarlo a "Los Autocinemas". 
Mis padres allá por el año '84 lograrón conseguir una sociedad con un "actor del extinto cine de oro en México" para hacer unas serie de temporadas de palenques en el norte de la República Mexicana. Mis 3 hermanos y un servidor aún eramos muy jóvenes cómo para poder quedarnos en casa solos (aunque tiempo después así sucedió), por lo cual cada fin de semana durante por lo menos un año ibamos y veníamos.
San Luis Potosí era la ciudad a la que primero llegamos, transladándonos después a un pequeño pueblo llamado Río Verde, ahí establecimos nuestra base de operaciones, teniendo un lugar maravilloso dónde soñar, pero eso será motivo de otro post.

El chiste de todo esto es cuando veníamos de regreso a la Ciudad de México. Recuerdo estar especialmente ansioso por ver aquella gran pantalla que parecía darte la bienvenida a tan gran urbe, como un escueto recordatorio del lugar al que pertenecías y aquel en dónde la tecnología estaba invadiendo. Era el Autocinema que estaba a la entrada de la carretera por Satelite y dónde por algunos momentos podía ver algún estreno cinematográfico. La sensación era "brutal",  la majestuosidad de aquel lienzo blanco, contrastando con las noches tapizadas de estrellas y una luna que parecía disfrutar también del espectáculo. Recuerdo que al autocinema se iba a correr entre los autos, a caminar hasta la dulcería y comprar un gaznate, refresco o una de esas tortas tan especiales que vendían, además de lo típico de cualquier cine. Recuerdo a mi padre colocándo la bocina maltrecha sobre la puerta del auto y a pesar que el sonido era mono-aural, la sensación no se perdía. Atravesar la ciudad para llegar era motivo de algún tipo de celebración o "premio" ya que en esa epoca vivía en el sur. Muchas peliculas se que ví en aquel mágico cine, pero recuerdo una en especial dónde disrute como un enano la función. "Pie Grande era el título y en sí no recuerdo haber visto mucho de ella, pero lo que no se borra de mi mente (ni jamás lo hará) son las palabras de mi padre diciéndome: "Hoy si, hoy puedes ver la película acostado en el cofre del auto".
(>_<)®

1 comentario:

Valeria Lambada dijo...

jeje que buen recuerdo hasta siento que podría tener tu edad, digo en el sentido figurado jajaja